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Conoce el reclutamiento pasivo, sus beneficios y etapas

Todos estamos familiarizados con el modelo tradicional de reclutamiento, donde quienes buscan empleo son elegidos, evaluados e integrados por los reclutadores en la empresa u organización que necesite sus talentos. Ahora bien, ¿qué dirías si te enteras de que los reclutadores también tienen el ojo puesto en las personas que ya están empleadas?

Entramos en el área del reclutamiento pasivo, un esquema muy usado entre los reclutadores interesados en convencer al talento de que, al dejar su organización y trabajar en otra diferente, tendrán más y mejores oportunidades. Conozcamos más.

¿Qué es el reclutamiento pasivo?

Hablamos de la práctica de identificar y atraer a candidatos que no están activamente buscando un nuevo empleo. Esto implica un enfoque más sutil, donde las empresas usan diversas estrategias para captar el interés de estos profesionales.

En vez de publicar ofertas de trabajo y esperar a que los candidatos se postulen, las empresas se enfocan en construir relaciones y crear una marca empleadora atractiva. Esta estrategia puede incluir:

  • La participación en eventos de networking.
  • El uso de redes sociales.
  • La creación de contenido relevante.

El objetivo es generar interés y atraer a candidatos que podrían estar dispuestos a considerar una nueva oportunidad si se presenta la propuesta adecuada.

Beneficios del reclutamiento pasivo

Talento de mejor calidad

Uno de los principales beneficios del reclutamiento pasivo es acceder a talento de mejor calidad.

Al dirigirse a profesionales que ya están trabajando y sobresaliendo en sus roles, las empresas tienen más probabilidades de encontrar candidatos altamente calificados y con experiencia relevante. Estos profesionales suelen tener un historial comprobado de éxito, lo que puede traducirse en un mejor rendimiento en su nuevo rol.

Además, al atraer a candidatos que no están buscando activamente un empleo, las empresas pueden descubrir talentos que no se han presentado en el mercado. Esto puede resultar en la incorporación de individuos con habilidades únicas y una perspectiva fresca, lo que enriquece la cultura organizacional.

Menor competencia

A diferencia de los reclutadores que buscan lo que está disponible en el mercado laboral, aquellos que apuesten por el reclutamiento pasivo optan por convencer al talento ya integrado en una organización. De esta manera, ellos logran esquivar una gran cantidad de competidores que buscan el mismo talento.

Al dirigirse a profesionales que no están buscando trabajo, las empresas pueden encontrar un nicho menos saturado. Esto permite un proceso de selección más enfocado y una mayor posibilidad de atraer a candidatos  abiertos a nuevas oportunidades, pero que no han considerado cambiar de trabajo.

Transparencia

Es otro beneficio clave del reclutamiento pasivo. Al interactuar con candidatos que ya están empleados, las empresas pueden fomentar una comunicación abierta y honesta sobre lo que ofrecen. Esto incluye detalles sobre la cultura organizacional, las oportunidades de crecimiento y el impacto que el nuevo empleado tendrá en la empresa.

La transparencia atrae a candidatos que se alinean con los valores de la empresa y contribuye a construir una relación de confianza desde el principio. Esto resulta en una mejor experiencia tanto para la empresa como para el candidato, ya que ambos tienen expectativas claras sobre el rol y lo que implica.

Al final, la transparencia en el proceso de reclutamiento pasivo puede llevar a una mayor satisfacción laboral y a una mejor retención de empleados a largo plazo.

Menor inversión en formación

Dado que los candidatos atraídos a través de esta estrategia suelen tener experiencia y habilidades relevantes, las empresas pueden reducir el tiempo y los recursos necesarios para capacitarlos.

Esto significa que los nuevos empleados pueden integrarse más rápidamente y comenzar a aportar valor desde el primer día.

La reducción en la inversión en formación también permite que los recursos se destinen a otras áreas estratégicas, como el desarrollo de proyectos y la mejora continua de procesos. Esto puede ser especialmente valioso en entornos empresariales dinámicos donde el tiempo es esencial.

Etapas del reclutamiento pasivo

1. Identificación

La primera etapa del reclutamiento pasivo es la identificación de candidatos potenciales. Esto implica investigar y crear una lista de profesionales que cumplen con los requisitos del puesto y que podrían ser una buena adición a la empresa.

Sitios web como LinkedIn, Get On Board y similares, así como eventos de la industria, son recursos valiosos para identificar talento.

La identificación efectiva de candidatos es crucial, ya que establece el tono para todo el proceso de reclutamiento pasivo y aumenta las posibilidades de atraer a los mejores talentos.

En esta fase, es importante evaluar no solo las habilidades técnicas de los candidatos, sino también su ajuste cultural y su experiencia en el sector. Esto ayudará a crear una base sólida para las próximas etapas del proceso de reclutamiento.

2. Atracción

Una vez que se han identificado a los candidatos potenciales, el siguiente paso es la atracción.

Se trata de crear estrategias que capten el interés de los profesionales seleccionados. Las empresas pueden utilizar redes sociales, contenido relevante y eventos de networking para comunicarse con estos candidatos y presentarles las oportunidades disponibles.

Es fundamental que la empresa destaque su cultura organizacional y los beneficios de trabajar allí. Los candidatos pasivos a menudo no se encuentran en busca activa de empleo, por lo que es esencial crear una propuesta atractiva que les motive a considerar un cambio.

3. Persuasión y contratación

Aquí es donde las empresas deben convencer a los candidatos de que cambiar de trabajo es la decisión correcta. Esto conlleva discusiones sobre las oportunidades de crecimiento, la cultura de la empresa y cómo su trabajo impactará en la organización.

Es esencial abordar cualquier inquietud que el talento pueda tener y ofrecer toda la información necesaria para que se sientan seguros en su decisión. Durante esta etapa, la comunicación efectiva y una relación de confianza son fundamentales para asegurar que los candidatos se sientan valorados y comprendidos.

Una vez que los candidatos están convencidos, el proceso de contratación puede llevarse a cabo de manera eficiente, asegurando una transición suave para el nuevo empleado. Esta etapa final es crucial para garantizar que el esfuerzo invertido en el reclutamiento pasivo resulte en la incorporación de talento valioso a la organización.


El reclutamiento pasivo es una estrategia que ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en un mercado laboral competitivo. Siendo una estrategia poderosa que permite a las empresas acceder a un grupo diverso de talento altamente cualificado en menor tiempo.

Al comprender sus beneficios y seguir las etapas adecuadas, las organizaciones pueden mejorar su proceso de contratación y construir un equipo sólido, comprometido y alineado con los objetivos de negocio y la cultura organizacional.

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